TEXTOS FOLCLÓRICOS


TEXTOS FOLCLÓRICOS
SELECCIÓN Y ADAPTACIÓN

“Textos folclóricos. Selección y adaptación”


INTRODUCCIÓN

El folclore, según la RAE, es el conjunto de costumbres, creencias, artesanías, canciones y otras cosas semejantes de carácter tradicional y popular. Según la Wikipedia, el folclore es el cuerpo expresivo de la cultura compartida por un grupo particular de personas; abarca las tradiciones comunes a esa cultura, subcultura o grupo. Procede del término inglés «folklore» (folk, «pueblo» y lore, «acervo», «saber» o «conocimiento»

Los textos folclóricos es un tipo de narración perteneciente al campo de la tradición oral y que se manifiesta, principalmente, a través de la comunicación directa de un narrador, que lo sabe de memoria, frente a un auditorio.

La historia sobre su creación se basa en que, a pesar de convertirse en tradiciones culturales características de un país, todas ellas surgieron en núcleos urbanos, más bien rurales. Fueron creadas por personas que no sabían leer ni escribir y, sin embargo, durante los siglos han pertenecido al arte culto.

Esta actividad consiste en la selección de un cuento folclórico adecuado para un curso determinado de Educación Infantil, y me gustaría, antes de entrar en la selección del cuento, hacer referencia a la función de estos cuentos tradicionales y la diferencia con otros cuentos, ya que nos acompañan desde hace mucho tiempo y como futuros docentes es necesario conocer acerca de esto.

Los cuentos han ido cambiando a lo largo de los años. Esta asignatura es muy interesante y escuchar a Irune, si por ciertas circunstancias pudiese haber cogido la asignatura presencial, me hubiese fascinado, puesto que tuve la oportunidad en ciclos de escucharla, y a día de hoy, de lo que me gustó oírla, me sigo acordando.

Como acabo de mencionar, los cuentos han ido cambiando, y es algo que ella nos dijo, Rapunzel, tal y como la conocemos, es una versión muy “infantil” ya que la realidad es que Rapunzel se queda embarazada y como consecuencia su madrastra la encierra y la corta el pelo; Caperucita Roja en realidad es comida por el lobo; y Blancanieves es la criada de los siete enanitos.

Como acabáis de leer, estos cuentos han sufrido muchas modificaciones a lo largo del tiempo, siendo muchas las versiones que existen, siendo la consecuencia del boca a boca, es decir, al contar las historias diversas personas, cada uno la adapta a su gusto, llegándonos de diferente manera según quien nos lo cuente.

Para comenzar, debemos partir de la diferencia entre los textos folclóricos y los textos de autor, los cuentos folclóricos parten de la cultura y de la forma de una vida, religión y sitio, además siempre esta involucrado con muchas partes misteriosas y sobre naturales. No se conocen los comienzos ni el autor ni el relato.

El cuento literario viene dado por algún movimiento literario, en el cual el escritor trata de expresar algo que sea general, y consumido por las siguientes culturas, de tal modo sea universal. Además se conoce al autor y sus principios literarios.

Los cuentos folclóricos tienen la función de entretener, es decir, se cuentan y cantan, mientras que los textos de autor se leen. En los cuentos de autor, el lector se identifica con el personaje, mientras que los folclóricos deben transmitir a los niños el deseo de ser como los personajes.

Las características de un texto folclórico son:

Se transmiten por vía oral.
Son anónimos.
Son de carácter universal: se encuentran desde la antigüedad por todo el mundo.
Son funcionales: tener alguna utilidad pragmática o cumplir con fines rituales.
Tiene variantes múltiples: no existe una versión oficial del texto, sino que se reformula cada vez que se cuenta.
Existen versiones tanto urbanas como rurales.

Para mi, lo más relevante es, que gracias a las personas que han ido contando las historias con el paso del tiempo, hemos llegado a conocerlas en la actualidad, y aunque las versiones han ido modificándose, la esencia de esa persona anónima sigue entre nosotros después de tanto tiempo. Los recopiladores más famosos de estos cuentos son Christian Andersen, Charles Perrault y en los que me voy a centrar yo para la selección del cuento: Los Hermanos Grimm.


Jacob y Wilhelm Grimm, más conocidos como los hermanos Grimm, son recordados por su recopilación de historias infantiles tradicionales, pero su labor se extendió también a la investigación lingüística, llegando a publicar un diccionario etimológico. También fueron profesores universitarios.

Como se explica en la guía de la asignatura, he escogido el texto folclórico de la propia página web de los Hermanos Grimm, siendo la fuente mas fiable por ser los coleccionistas de cuentos. Mi cuento escogido es Hansel y Gretel.

HANSEL Y GRETEL, LOS HERMANOS GRIMM

Junto a un bosque muy grande vivía un pobre leñador con su mujer y dos hijos; el niño se llamaba Hansel, y la niña, Gretel. Apenas tenían qué comer, y en una época de carestía que sufrió el país, llegó un momento en que el hombre ni siquiera podía ganarse el pan de cada día. Estaba el leñador una noche en la cama, cavilando y revolviéndose, sin que las preocupaciones le dejaran pegar el ojo; finalmente, dijo, suspirando, a su mujer: - ¿Qué va a ser de nosotros? ¿Cómo alimentar a los pobres pequeños, puesto que nada nos queda? - Se me ocurre una cosa -respondió ella-. Mañana, de madrugada, nos llevaremos a los niños a lo más espeso del bosque. Les encenderemos un fuego, les daremos un pedacito de pan y luego los dejaremos solos para ir a nuestro trabajo. Como no sabrán encontrar el camino de vuelta, nos libraremos de ellos. - ¡Por Dios, mujer! -replicó el hombre-. Eso no lo hago yo. ¡Cómo voy a cargar sobre mí el abandonar a mis hijos en el bosque! No tardarían en ser destrozados por las fieras. - ¡No seas necio! -exclamó ella-. ¿Quieres, pues, que nos muramos de hambre los cuatro? ¡Ya puedes ponerte a aserrar las tablas de los ataúdes! -. Y no cesó de importunarle hasta que el hombre accedió-. Pero me dan mucha lástima -decía.

Los dos hermanitos, a quienes el hambre mantenía siempre desvelados, oyeron lo que su madrastra aconsejaba a su padre. Gretel, entre amargas lágrimas, dijo a Hansel: - ¡Ahora sí que estamos perdidos! - No llores, Gretel -la consoló el niño-, y no te aflijas, que yo me las arreglaré para salir del paso. Y cuando los viejos estuvieron dormidos, levantóse, púsose la chaquetita y salió a la calle por la puerta trasera. Brillaba una luna esplendoroso y los blancos guijarros que estaban en el suelo delante de la casa, relucían como plata pura. Hansel los fue recogiendo hasta que no le cupieron más en los bolsillos. De vuelta a su cuarto, dijo a Gretel: - Nada temas, hermanita, y duerme tranquila: Dios no nos abandonará -y se acostó de nuevo.

A las primeras luces del día, antes aún de que saliera el sol, la mujer fue a llamar a los niños: - ¡Vamos, holgazanes, levantaos! Hemos de ir al bosque por leña-. Y dando a cada uno un pedacito de pan, les advirtió-: Ahí tenéis esto para mediodía, pero no os lo comáis antes, pues no os daré más. Gretel se puso el pan debajo del delantal, porque Hansel llevaba los bolsillos llenos de piedras, y emprendieron los cuatro el camino del bosque. Al cabo de un ratito de andar, Hansel se detenía de cuando en cuando, para volverse a mirar hacia la casa. Dijo el padre: - Hansel, no te quedes rezagado mirando atrás, ¡atención y piernas vivas! - Es que miro el gatito blanco, que desde el tejado me está diciendo adiós -respondió el niño. Y replicó la mujer: - Tonto, no es el gato, sino el sol de la mañana, que se refleja en la chimenea. Pero lo que estaba haciendo Hansel no era mirar el gato, sino ir echando blancas piedrecitas, que sacaba del bolsillo, a lo largo del camino.

Cuando estuvieron en medio del bosque, dijo el padre: - Recoged ahora leña, pequeños, os encenderé un fuego para que no tengáis frío. Hansel y Gretel reunieron un buen montón de leña menuda. Prepararon una hoguera, y cuando ya ardió con viva llama, dijo la mujer: - Poneos ahora al lado del fuego, chiquillos, y descansad, mientras nosotros nos vamos por el bosque a cortar leña. Cuando hayamos terminado, vendremos a recogeros.

Los dos hermanitos se sentaron junto al fuego, y al mediodía, cada uno se comió su pedacito de pan. Y como oían el ruido de los hachazos, creían que su padre estaba cerca. Pero, en realidad, no era el hacha, sino una rama que él había atado a un árbol seco, y que el viento hacía chocar contra el tronco. Al cabo de mucho rato de estar allí sentados, el cansancio les cerró los ojos, y se quedaron profundamente dormidos. Despertaron, cuando ya era noche cerrada. Gretel se echó a llorar, diciendo: - ¿Cómo saldremos del bosque? Pero Hansel la consoló: - Espera un poquitín a que brille la luna, que ya encontraremos el camino. Y cuando la luna estuvo alta en el cielo, el niño, cogiendo de la mano a su hermanita, guiose por las guijas, que, brillando como plata batida, le indicaron la ruta. Anduvieron toda la noche, y llegaron a la casa al despuntar el alba. Llamaron a la puerta y les abrió la madrastra, que, al verlos, exclamó: - ¡Diablo de niños! ¿Qué es eso de quedarse tantas horas en el bosque? ¡Creíamos que no queríais volver! El padre, en cambio, se alegró de que hubieran vuelto, pues le remordía la conciencia por haberlos abandonado.

Algún tiempo después hubo otra época de miseria en el país, y los niños oyeron una noche cómo la madrastra, estando en la cama, decía a su marido: - Otra vez se ha terminado todo; sólo nos queda media hogaza de pan, y sanseacabó. Tenemos que deshacernos de los niños. Los llevaremos más adentro del bosque para que no puedan encontrar el camino; de otro modo, no hay salvación para nosotros. Al padre le dolía mucho abandonar a los niños, y pensaba: "Mejor harías partiendo con tus hijos el último bocado." Pero la mujer no quiso escuchar sus razones, y lo llenó de reproches e improperios. Quien cede la primera vez, también ha de ceder la segunda; y, así, el hombre no tuvo valor para negarse.

Pero los niños estaban aún despiertos y oyeron la conversación. Cuando los viejos se hubieron dormido, levantóse Hansel con intención de salir a proveerse de guijarros, como la vez anterior; pero no pudo hacerlo, pues la mujer había cerrado la puerta. Dijo, no obstante, a su hermanita, para consolarla: - No llores, Gretel, y duerme tranquila, que Dios Nuestro Señor nos ayudará.

A la madrugada siguiente se presentó la mujer a sacarlos de la cama y les dio su pedacito de pan, más pequeño aún que la vez anterior. Camino del bosque, Hansel iba desmigajando el pan en el bolsillo y, deteniéndose de trecho en trecho, dejaba caer miguitas en el suelo. - Hansel, ¿por qué te paras a mirar atrás? -preguntóle el padre-. ¡Vamos, no te entretengas! - Estoy mirando mi palomita, que desde el tejado me dice adiós. - ¡Bobo! -intervino la mujer-, no es tu palomita, sino el sol de la mañana, que brilla en la chimenea. Pero Hansel fue sembrando de migas todo el camino.

La madrastra condujo a los niños aún más adentro del bosque, a un lugar en el que nunca había estado. Encendieron una gran hoguera, y la mujer les dijo: - Quedaos aquí, pequeños, y si os cansáis, echad una siestecita. Nosotros vamos por leña; al atardecer, cuando hayamos terminado, volveremos a recogemos. A mediodía, Gretel partió su pan con Hansel, ya que él había esparcido el suyo por el camino. Luego se quedaron dormidos, sin que nadie se presentara a buscar a los pobrecillos; se despertaron cuando era ya de noche oscura. Hansel consoló a Gretel diciéndole: - Espera un poco, hermanita, a que salga la luna; entonces veremos las migas de pan que yo he esparcido, y que nos mostrarán el camino de vuelta. Cuando salió la luna, se dispusieron a regresar; pero no encontraron ni una sola miga; se las habían comido los mil pajarillos que volaban por el bosque. Dijo Hansel a Gretel: - Ya daremos con el camino -pero no lo encontraron. Anduvieron toda la noche y todo el día siguiente, desde la madrugada hasta el atardecer, sin lograr salir del bosque; sufrían además de hambre, pues no habían comido más que unos pocos frutos silvestres, recogidos del suelo. Y como se sentían tan cansados que las piernas se negaban ya a sostenerlos, echáronse al pie de un árbol y se quedaron dormidos.

Y amaneció el día tercero desde que salieron de casa. Reanudaron la marcha, pero cada vez se extraviaban más en el bosque. Si alguien no acudía pronto en su ayuda, estaban condenados a morir de hambre. Pero he aquí que hacia mediodía vieron un hermoso pajarillo, blanco como la nieve, posado en la rama de un árbol; y cantaba tan dulcemente, que se detuvieron a escucharlo. Cuando hubo terminado, abrió sus alas y emprendió el vuelo, y ellos lo siguieron, hasta llegar a una casita, en cuyo tejado se posó; y al acercarse vieron que la casita estaba hecha de pan y cubierta de bizcocho, y las ventanas eran de puro azúcar. - ¡Mira qué bien! -exclamó Hansel-, aquí podremos sacar el vientre de mal año. Yo comeré un pedacito del tejado; tú, Gretel, puedes probar la ventana, verás cuán dulce es. Se encaramó el niño al tejado y rompió un trocito para probar a qué sabía, mientras su hermanita mordisqueaba en los cristales. Entonces oyeron una voz suave que procedía del interior:

"¿Será acaso la ratita

la que roe mi casita?"

Pero los niños respondieron:

"Es el viento, es el viento

que sopla violento."

Y siguieron comiendo sin desconcertarse. Hansel, que encontraba el tejado sabrosísimo, desgajó un buen pedazo, y Gretel sacó todo un cristal redondo y se sentó en el suelo, comiendo a dos carrillos. Abrióse entonces la puerta bruscamente, y salió una mujer viejísima, que se apoyaba en una muleta. Los niños se asustaron de tal modo, que soltaron lo que tenían en las manos; pero la vieja, meneando la cabeza, les dijo: - Hola, pequeñines, ¿quién os ha traído? Entrad y quedaos conmigo, no os haré ningún daño. Y, cogiéndolos de la mano, los introdujo en la casita, donde había servida una apetitosa comida: leche con bollos azucarados, manzanas y nueces. Después los llevó a dos camitas con ropas blancas, y Hansel y Gretel se acostaron en ellas, creyéndose en el cielo.

La vieja aparentaba ser muy buena y amable, pero, en realidad, era una bruja malvada que acechaba a los niños para cazarlos, y había construido la casita de pan con el único objeto de atraerlos. Cuando uno caía en su poder, lo mataba, lo guisaba y se lo comía; esto era para ella un gran banquete. Las brujas tienen los ojos rojizos y son muy cortas de vista; pero, en cambio, su olfato es muy fino, como el de los animales, por lo que desde muy lejos ventean la presencia de las personas. Cuando sintió que se acercaban Hansel y Gretel, dijo para sus adentros, con una risotada maligna: "¡Míos son; éstos no se me escapan!." Levantóse muy de mañana, antes de que los niños se despertasen, y, al verlos descansar tan plácidamente, con aquellas mejillitas tan sonrosadas y coloreadas, murmuró entre dientes: "¡Serán un buen bocado!." Y, agarrando a Hansel con su mano seca, llevólo a un pequeño establo y lo encerró detrás de una reja. Gritó y protestó el niño con todas sus fuerzas, pero todo fue inútil. Dirigióse entonces a la cama de Gretel y despertó a la pequeña, sacudiéndola rudamente y gritándole: - Levántate, holgazana, ve a buscar agua y guisa algo bueno para tu hermano; lo tengo en el establo y quiero que engorde. Cuando esté bien cebado, me lo comeré. Gretel se echó a llorar amargamente, pero en vano; hubo de cumplir los mandatos de la bruja.

Desde entonces a Hansel le sirvieron comidas exquisitas, mientras Gretel no recibía sino cáscaras de cangrejo. Todas las mañanas bajaba la vieja al establo y decía: - Hansel, saca el dedo, que quiero saber si estás gordo. Pero Hansel, en vez del dedo, sacaba un huesecito, y la vieja, que tenía la vista muy mala, pensaba que era realmente el dedo del niño, y todo era extrañarse de que no engordara. Cuando, al cabo de cuatro semanas, vio que Hansel continuaba tan flaco, perdió la paciencia y no quiso aguardar más tiempo: - Anda, Gretel -dijo a la niña-, a buscar agua, ¡ligera! Esté gordo o flaco tu hermano, mañana me lo comeré. ¡Qué desconsuelo el de la hermanita, cuando venía con el agua, y cómo le corrían las lágrimas por las mejillas! "¡Dios mío, ayúdanos! -rogaba-. ¡Ojalá nos hubiesen devorado las fieras del bosque; por lo menos habríamos muerto juntos!." - ¡Basta de lloriqueos! -gritó la vieja-; de nada han de servirte.

Por la madrugada, Gretel hubo de salir a llenar de agua el caldero y encender fuego. - Primero coceremos pan -dijo la bruja-. Ya he calentado el horno y preparado la masa -. Y de un empujón llevó a la pobre niña hasta el horno, de cuya boca salían grandes llamas. Entra a ver si está bastante caliente para meter el pan -mandó la vieja. Su intención era cerrar la puerta del horno cuando la niña estuviese en su interior, asarla y comérsela también. Pero Gretel le adivinó el pensamiento y dijo: - No sé cómo hay que hacerlo; ¿cómo lo haré para entrar? - ¡Habráse visto criatura más tonta! -replicó la bruja-. Bastante grande es la abertura; yo misma podría pasar por ella -y, para demostrárselo, se adelantó y metió la cabeza en la boca del horno. Entonces Gretel, de un empujón, la precipitó en el interior y, cerrando la puerta de hierro, corrió el cerrojo. ¡Allí era de oír la de chillidos que daba la bruja! ¡Qué gritos más pavorosos! Pero la niña echó a correr, y la malvada hechicera hubo de morir quemada miserablemente.

Corrió Gretel al establo donde estaba encerrado Hansel y le abrió la puerta, exclamando: ¡Hansel, estamos salvados; ya está muerta la bruja! Saltó el niño afuera, como un pájaro al que se le abre la jaula. ¡Qué alegría sintieron los dos, y cómo se arrojaron al cuello uno del otro, y qué de abrazos y besos! Y como ya nada tenían que temer, recorrieron la casa de la bruja, y en todos los rincones encontraron cajas llenas de perlas y piedras preciosas. - ¡Más valen éstas que los guijarros! -exclamó Hansel, llenándose de ellas los bolsillos. Y dijo Gretel: - También yo quiero llevar algo a casa -y, a su vez, se llenó el delantal de pedrería. - Vámonos ahora -dijo el niño-; debemos salir de este bosque embrujado -. A unas dos horas de andar llegaron a un gran río. - No podremos pasarlo -observó Hansel-, no veo ni puente ni pasarela. - Ni tampoco hay barquita alguna -añadió Gretel-; pero allí nada un pato blanco, y si se lo pido nos ayudará a pasar el río.

Y gritó:

"Patito, buen patito

mío Hansel y Gretel han llegado al río.

No hay ningún puente por donde pasar;

¿sobre tu blanca espalda nos quieres llevar?."

Acercóse el patito, y el niño se subió en él, invitando a su hermana a hacer lo mismo. - No -replicó Gretel-, sería muy pesado para el patito; vale más que nos lleve uno tras otro. Así lo hizo el buen pato, y cuando ya estuvieron en la orilla opuesta y hubieron caminado otro trecho, el bosque les fue siendo cada vez más familiar, hasta que, al fin, descubrieron a lo lejos la casa de su padre. Echaron entonces a correr, entraron como una tromba y se colgaron del cuello de su padre. El pobre hombre no había tenido una sola hora de reposo desde el día en que abandonara a sus hijos en el bosque; y en cuanto a la madrastra, había muerto. Volcó Gretel su delantal, y todas las perlas y piedras preciosas saltaron por el suelo, mientras Hansel vaciaba también a puñados sus bolsillos. Se acabaron las penas, y en adelante vivieron los tres felices. Y colorín colorado, este cuento se ha acabado.

Recuperado de:



ANÁLISIS LIBRO INFANTIL

RESUMEN

La historia de Hansel y Gretel trata sobre dos niños, los protagonistas, que son abandonados por su padre y la madrastra ya que éstos no tenían dinero y no podían mantenerlos. Para sobrevivir van buscando por el bosque donde hospedarse y comer cuando de repente se encuentran una casa hecha de bizcocho y azúcar, donde vivía una vieja de mal aspecto pero muy simpática y les invita a quedarse.

Una vez ha conseguido engatusar a los niños, encierra a Hansel para engordarlo y después comérselo, obligando a Gretel a ser su esclava. Gretel engaña a la bruja haciéndola creer que no sabe encender el horno y consigue que se agache, para sí empujarla hacia dentro y que se queme. Gretel consigue abrir a la celda para escapar los dos, reuniéndose de nuevo con su padre.

-Justificación de la elección del cuento folclórico

Este cuento me recuerda mucho a las noches en la cama, cuando era pequeña, con mi madre al lado contándome esta historia, que siempre escogía para dormir. El porqué de querer escucharlo todas las noches es pura inocencia, creía que en algún momento esa casa comestible iba a existir de verdad pero sin una vieja malvada dentro, y siempre esperaba un final feliz, para seguir con la historia en mis sueños, pensando que algún día iba a encontrar esa casa, o iba a ser mía, con regalices y pequeños lacasitos.

En mi casa los Hermanos Grimm han estado muy presentes y es este, uno de los cuentos que más recuerdo, y que mejor que poder analizar y entender un poco más del cuento, para transmitirlo a futuras generaciones, tanto en aula como a mis hijos, disfrutando de la historia.

-Justificación de la elección de la edad de los receptores

Pienso que la edad adecuada para el cuento folclórico escogido es según la versión a la que adaptes el cuento, puesto que la vieja puede dar bastante miedo en algunas edades tempranas, e incluso en la actualidad se ha recreado una película de terror en base a esta historia.

Considero la edad idónea a partir de 4 años, puesto que ya son más adultos y pueden entender mejor la esencia del cuento, y lo que quiere transmitir realmente.

-Viaje del Héroe

Este cuento presenta una estructura lineal:

Planteamiento: Los niños, Hansel y Gretel, son abandonados por su padre y la madrastra, y deben buscar una casa y comida par sobrevivir en el bosque.
Desarrollo: Encuentran una casa que resulta ser de una bruja malvada, que encierra al niño para engordarle y después comérselo, mientras de a Gretel la obliga a ser su esclava.
El desenlace: Gretel consigue quemar en el horno a la bruja y escaparse junto a su hermano.

También sigue la estructura del viaje iniciativo o del héroe

Es una estructura simple que responde al género épico, de ciencia ficción o fantasía; sigue la estructura de planteamiento-nudo-desenlace.

El hogar familiar es donde vivían con el padre y la madrastra, el alejamiento del hogar familiar ocurre cuando abandonan a Hansel y Gretel en el bosque por no tener para comer, la prueba que han de superar los hermanos es la de escaparse de las garras de la bruja, y el nuevo entorno familiar o final se da cuando vuelven a casa con el padre y la madrastra ha muerto.

CONTENIDO

Los temas y valores que aparecen son:

La necesidad de comida: El ser humano tiene la necesidad de alimentarse y busca siempre la forma de conseguirlo.
Las falsas apariencias: La bruja parecía una anciana muy agradable y consigue engañarles.
El valor, ingenio y unión: La astucia de los niños hace que los niños consigan deshacerse de la bruja y huir.
El mal frente al bien: Los hermanos consiguen hacerse con la bruja y escapar.
La relación de los hermanos: Los hermanos se mantienen unidos pese a estar encerrados sin una escapatoria aparente.

Las funciones que aparecen son:

El alejamiento: al irse los hermanos de casa.
El engaño: la bruja consigue hacerles creer que es buena.
El hambre: comen por necesidad en cuento encuentran dulces.
La venganza: encierran a la buja en el horno tras meter al Hansel en una jaula.

Los personajes principales son:

Hansel: Es el hermano del cuento. La bruja le mete en la jaula y la hermana consigue sacarle para poder escapar.

Gretel: Es la hermana de la historia. A pesar de ser de un cuento de época, no se queda como la mujer tímida y dependiente a la que hay que rescatar, sino que es ella la que rescata a su hermano, ya que la bruja le obliga a ser su esclava.

La bruja: Es fea, vieja y malvada. Engatusa a los hermanos para poder comerse a Hansel mientras Gretel es su sirvienta, pero la astucia de Gretel hace que acabe quemada en el horno.

Los personajes secundarios son:

El padre de Hansel y Gretel: Es un leñador que quiere a sus hijos pero no puede mantenerlos y convencido por la madrastra abandona a sus hijos en el bosque.

La madrastra de Hansel y Gretel: Es una malvada mujer casada con el padre de los protagonistas cuya función es la de malmeter entre los hijos y el padre para que finalmente los abandone en el bosque.


USO EN EL AULA

-Cambios y adaptaciones que realizar:

Esta historia esta muy bien estructurada y organizada para llevarla a aula, hay palabras específicas en castellano “antiguo” que igual a los más pequeños les cuesta comprender, pero con cambiarlas por otras mas sencillas que entren en su vocabulario sería suficiente. Como futura docente cambiaría estas palabras pero no por léxicos comunes, sino por palabras que ellos puedan entender o relacionar en un contexto y así adquirir un mayor vocabulario. Todos los demás aspectos del cuento los dejaría tal y como lo escribieron los hermanos Grimm, con los motivos principales y roles de los personajes, puesto que si lo cambiase, la historia cambiaría su sentido.

-Contexto donde se haría la narración:

Hansel y Gretel llevado a aula es una propuesta muy interesante, y para mayores resultados captaría su atención sentándoles en la hora de la asamblea, habiéndoles puesto previamente en el conocimiento de la lectura de este libro, para un mayor interés.

En la asamblea estarían colocados en círculo, para tener todos las mismas oportunidades de escuchar o de ver las imágenes del cuento en caso de que tenga el libro físicamente o imágenes.

Este cuento, como he dicho al principio del blog, es mejor contarlo cuando han adquirido una cierta madurez para poder entenderlo y por consiguiente engancharse a el. Al hablar en clase de la familia, y en especial de los hermanos, podría contarlo, para que vean que los hermanos pueden ayudarse en todo y ser como amigos, cuidándose unos a otros, y también para que aprendan a no fiarse de todo el mundo.

Por mucho que se piense un momento idóneo para contar el cuento, lo cierto es que puede ocurrir en cualquier momento, los momentos apropiados se pueden pensar pero no siempre cumplir. Si esto ocurre, debemos aprovecharlo sin dar explicaciones, siendo ellos los que den el significado oportuno a la historia.

-Catálogo de preguntas para el diálogo final:

A medida que el cuento pasa, podemos meter ciertas preguntas para que los niños desarrollen sus habilidades cognitivas y lleguen a un mayor entendimiento de la historia. Podemos hacerles partícipes con preguntas como ¿Qué haríais vosotros si os dice una anciana de entrar en su casa…? ¿Que creéis que va a pasar ahora? ¿Creéis que la bruja conseguirá hacerles daño o se escaparán?

Al igual que se hacen preguntas durante la historia, al terminar es muy importante realizar las cuestiones pertinentes para conocer como ha llegado la información a cada niño o si lo han entendido bien, con cosas tan sencillas como ¿Os ha gustado el cuento? ¿Qué es lo que más os ha gustado del cuento?¿Qué os ha parecido? ¿Qué os ha gustado más? ¿Y menos? ¿Con qué personaje te has sentido identificado? ¿Cómo seguiríais la historia?

El cuento lo podéis encontrar en internet, como recurso web; aquí os dejo el enlace para escucharlo :


-Ideas:

Hansel y Gretel es un cuento muy popular, y como todos los cuentos conocidos, las versiones que existen son múltiples, adaptadas a todas las edades y necesidades, aunque la realidad de como empezó esta historia hasta llegar a la que hoy conocemos, no la he conseguido encontrar.

Los cuentos folclóricos no son como los conocemos, las adaptaciones que se hacían para niños cuando se contaban serían muchas, pero ahora la información que tenemos es prácticamente nula.

Me parece curioso leer el cuento de los hermanos Grimm y otras adaptaciones y darme cuenta de un pequeño detalle como que la casa en la versión original está hecha de bizcocho, leche y azúcar, mientras que en los de ahora es nutella y muchas chuches, adaptándose a lo que les gusta a los niños en la actualidad.

Por último, me gustaría comentar otra apreciación, antes los niños con seis años debían ser “adultos”, superar problemas que en la actualidad consideraríamos intolerables para su edad y que estarían protegidos por los Derechos del Niño, como el hambre o el abandono. Los niños antes debían espabilar y buscar soluciones a problemas muy grandes, no estando acorde para su madurez.

CONCLUSIÓN GENERAL DE LA ACTIVIDAD

Con esta actividad y la primera que hicimos, me doy cuenta que en mi infancia han predominado los cuentos folclóricos sobre los literarios, y no se si sentirme muy mayor u orgullosa, ya que son muy importantes y se seguirán contando generaciones y generaciones.

Como futura docente, los textos folclóricos son un recurso muy bueno y necesario que puede dar mucho contenido en aula, si se saben trabajar bien.

Los niños disfrutan de las historias que se les cuenta, pero hay que saber adaptarlos a la edad correspondiente y saber que preguntarles para engancharles más y que tengan mayor interés.

A través de las preguntas y una buena adaptación estaremos dándoles recursos a los niños para que con su propio criterio creen un pensamiento sobre un tema, ofreciéndole las bases para aprender y conocer la diversidad en torno a un mismo tema. Estos cuentos tienen tantas versiones que en aula se pueden llevar con más autonomía incluso dándoles un toque de personalidad, adecuándolo siempre que sea necesario a cada aula, sin modificar el tema principal.

Mi objetivo es aportar ideas en aula para enriquecer el acto de contar, generar expectación e interés, desarrollar su expresión oral y creatividad, y respetar las opiniones de todos los niños de clase.

Para finalizar quiero comentar que esta segunda tarea se me ha hecho bastante más cuesta arriba que la primera, ha sido más compleja pero también más divertida. He podido conocer más acerca de estos tipos de cuentos que tanto he escuchado antes de dormir cuando era pequeña y he podido recordar muchos momentos.

Como posible profesora, quiero que los niños sigan disfrutando de estas historias y que las conozcan para que las sigan transmitiendo de generación e generación, porque por desgracia muchos cuentos con las nuevas tecnologías quedarán en el olvido.

BIBLIOGRAFÍA


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Comentarios

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  2. Hola!
    Me ha encantado el cuento que has elegido, ya que también es uno de mis favoritos de cuando era pequeña. Es increíble ver cómo varía el cuento de una época a otra, aunque estoy de acuerdo en que se deben de realizar adaptaciones para los niños pequeños no considero que sean necesarias hacer tantas modificaciones como las que se le han hecho al cuento.
    Me ha gustado mucho una de las frases que has puesto que es la siguiente: ¨Por mucho que se piense un momento idóneo para contar el cuento, lo cierto es que puede ocurrir en cualquier momento, los momentos apropiados se pueden pensar pero no siempre cumplir.¨ Estoy de acuerdo contigo, puesto que yo recuerdo leerles o contarles cuentos a mis primos, e incluso a mi hermana pequeña, en cualquier momento y no únicamente cuando se van a dormir. Por ello, es muy importante saber aprovechar esos momentos.
    No tengo mucho que comentarte, ya que es una entrada y una análisis muy completo. Lo único que he echado en falta ha sido un poco el desarrollo evolutivo de los niños de 4 años en relación con el cuento y un poco de explicación de los arquetipos del cuento.
    Para finalizar, me gustaría darte un consejo estético. He visto que en algunas partes como en las características de los cuentos folclóricos, los recopiladores y algunas partes de tu análisis no se ve lo que está escrito a no ser que lo selecciones. Es decir, que está como subrayado y no se ve el texto escrito. Por lo demás, a mi parecer, está todo muy completo y correctamente justificado.
    Que tengas una buena tarde.
    Un saludo!

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    Respuestas
    1. Muchas gracias Mercedes, respecto a la estética, aún me sigo haciendo a esta plataforma y a pesar de intentarlo muchas veces no he conseguido cambiarlo, pero prometo que al final de curso conseguiré solucionarlo!
      Que pases una muy buena Semana Santa, un saludo.

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  3. Esta frase: "considero la edad idónea a partir de 4 años, puesto que ya son más adultos y pueden entender mejor la esencia del cuento, y lo que quiere transmitir realmente" no tiene sentido si hablamos de literatura. Los cuentos les transmiten a cada receptor cosas diferentes en relación con sus propias experiencias. No puedes esperar que entiendan lo que tú, como adulta entiendes y, mucho menos, las enseñanzas que tú extraes.

    Más adelante vuelves a comentar que usarías el cuento con el objetivo de enseñar cosas. Ten en cuenta que ese no es un uso literario.

    Ten en cuenta que los cuentos folclóricos no son libros y no se leen. Se cuentan.

    Ten también en cuenta que las versiones de los hermanos Grimm son las que ellos recogieron de la tradición oral, pero no son las originales.

    En realidad, aunque tú has hablado de muchas cosas, lo importante es elegir historias sugerentes y realizar un buen diálogo que permita a los niños descubrir que la literatura nos ofrece historias muy diferentes que nos permiten disfrutar de aventuras y hablar sobre cómo las interpretamos cada uno.

    Si revisas esas cuestiones, tu actividad será perfecta.

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